Mi
nombre es Virginia Barceló, y me presento, como responsable del
taller de teatro para este curso. Soy madre de tres alumnas del IES
Alhakén.
Esto
de organizar un taller de teatro no entraba en mis expectativas más
inmediatas. Todo sucedió porque un amigo (que colaboró activísimamente en los inicios del taller), allá por los primeros
días del curso 2018-2019, me propuso hacer una pequeña obra teatral, a nivel
familiar, donde intervinieran nuestras hijas. Por divertirnos.
Convinimos que estaría muy bien y empezamos a pensar qué obra
podíamos representar. Enseguida llegó la idea de ampliar la
actividad a más amigos. Empezamos a correr la voz. Y surgió la
posibilidad de utilizar los medios del instituto a cambio de ampliar
la experiencia. Lo hablamos con el AMPA y el centro (a unos les debo
el empujón y al otro los recursos) y voilà!
Sólo
soy una aficionada. Conocí el mundillo del escenario gracias a unos
cursos de ballet que, cada año, acababan con una gran representación
teatral. Es decir, que participé de los preparativos, los ensayos,
las pruebas de iluminación, las de vestuario y las de maquillaje, me
enfrenté al público, me escondí entre bambalinas para ver cómo
actuaban mis compañeros... Desde que vi mi primera obra teatral,
nada menos que Muerte accidental de un anarquista, de Dario
Fo, apenas con catorce años, me ha fascinado el teatro. Leí La
casa de Bernarda Alba de Lorca,
mi primer texto dramático, también a los catorce, y me causó una
profunda emoción. ¿Cómo debía ser el trabajo de preparación de
un papel dramático?
Hice
mis pinitos en el instituto representando algunas adaptaciones
sencillas con la dirección de una profesora de lengua muy
aficionada al teatro. ¡Nos lo pasamos muy bien, sobre todo al
representar ante nuestros compañeros! Luego me dediqué a mis
estudios y a mi trabajo.
Cuando
empecé a dar clases, asistí a un curso de voz. Resultó que lo impartía
una actriz, no una foniatra. Fue una nueva toma de contacto. A partir
de ahí, participé en dos cursos de improvisación, dos más de teatro y
algunos talleres sueltos.
Sólo
una vez antes de embarcarme en esto he participado en la realización de una obra completa, desde el texto
hasta la representación. Fue algo muy familiar que nos ocupó a todos los primos, desde el universitario hasta la más peque, todo
un verano. Todos participamos creando el texto, los decorados, el
vestuario… Cuando representamos, en el patio de un familiar, los
vecinos de alrededor (que nos habían oído ensayar muchas veces) se
asomaron para vernos actuar. Fue emocionantísimo.
Ese es el tipo de experiencia que nos gustaría reproducir en este taller.
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