Este lunes hemos empezado a escribir el texto de nuestra obra.
Ante todo, hemos repasado nuestras decisiones sobre el carácter que iba a tener cada personaje. Esto nos debería permitir escribir texto que "encaje" con él, y demuestre al público cómo es (recordemos que en una obra de teatro no hay indicaciones sobre el carácter interior o psicológico de los personajes, a no ser que exista alguna acotación al respecto que, en todo caso, suele ser muy breve y concisa). Se trata de que el público, a través de lo que el personaje dice y hace, capte su psicología.
Luego nos hemos acordado de lo que son las acotaciones. Ya las conocíamos, por los ensayos durante el curso del texto adaptado de El enfermo imaginario que estábamos trabajando. Hemos distinguido las de "a pie de acto o de escena", que suelen indicar aspectos del escenario (por ejemplo, decoración necesaria, ambiente -interior o exterior, día o noche...-, etc.), de las de "entre el texto", las que se usan para dar breves indicaciones de la intención del personaje al hablar, de algún gesto que debe hacer...
Y ya. A partir de un esquema de la acción en tres actos y diez escenas, nos hemos puesto a la tarea. El inicio ha sido algo titubeante, pero luego nos hemos embalado. Muchas de las decisiones tomadas ya nos servirán para el resto del texto, lo que nos permitirá avanzar con mayor velocidad. ¡¡Al final, nos ha salido una escena I del acto I estupenda!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario