miércoles, 27 de mayo de 2020

Teatro Romano de Córdoba

El edificio que mejor conocemos de los que se destinaron en la Córdoba romana a los espectáculos, y quizás el más rico desde el punto de vista arquitectónico, es su teatro. Se supone que empezó su construcción en la época augustea, sobre el 5 a.C., aunque su embellecimiento y acabado pudo prolongarse hasta la época julio-claudia (14 d.C. a 69 d.C.). Siguió el modelo del teatro de Marcello, en Roma, siendo apenas cinco metros menor que éste y, por lo tanto, el segundo mayor teatro romano y el primero hispano (era unos 30 m. más grande que el Teatro Romano de Mérida, que se construyó unos diez años antes).

Se destinó a representaciones escénicas y a ceremonias religiosas en honor de alguna divinidad, y a actos civiles y conmemoraciones.

Fue construido "a la griega", aprovechando una pendiente natural en el lado sureste de la Corduba republicana, dentro del nuevo pomerium o límite de la ciudad, entre la antigua muralla republicana y la nueva expansión de la ciudad hacia el sur. Un conjunto de plazas escalonadas con pavimento de losas de piedra, comunicadas entre sí por escalinatas que rodeaban la fachada, daba acceso al graderío por diferentes entradas. Su fachada monumental externa se articulaba en Theatermotiv: arcadas superpuestas enmarcadas por tres órdenes arquitectónicos superpuestos (dórico-toscano, jónico y corintio) sostenidos por pilastras. Se utilizó lo que se conoce como hormigón romano, y estaba recubierto prácticamente en su totalidad por mármoles procedentes de diversas partes del imperio.

El teatro estuvo en uso hasta los últimos años del s. III d.C. cuando un terremoto lo dañó gravemente, y, aunque se intentó su reparación en el s. IV d.C., inició un proceso de degradación que ya no tuvo vuelta. Se utilizó como cantera en el s. V d.C., con lo que desapareció prácticamente toda la piedra de la cavea. Finalmente, el espacio se fue urbanizando, quedando así hasta nuestros días.

El Teatro Romano de Córdoba se descubrió en 1994, y sucesivas excavaciones han podido dar a conocer la suficiente información como para valorar cuáles fueron sus dimensiones y su ubicación y configuración. Se calcula que se ha descubierto un 30% de su superficie total. Ha podido recrearse toda la cavea o graderío, cuyos restos se conservan en el actual Museo Arqueológico y Etnológico de la ciudad; había asientos recubiertos con mármol blanco, y diferentes zonas destinadas a las personas según su clase social (abajo los más pudientes y arriba las clases más pobres). La orchestra, parte destinada a los músicos, se encontraría fosilizada en la actual plaza de Jerónimo Páez (donde da la puerta trasera del citado museo), y la scaena o escenario (donde se realizaban las representaciones y que, además, solían ser construcciones muy bien ornamentadas arquitectónicamente) se encontraría al sur de ésta, aunque hasta la fecha no se han podido documentar arqueológicamente.  

Fuentes:

No hay comentarios:

Publicar un comentario